sábado, 6 de octubre de 2012

LOGRAR EL AMOR EN LA RELACION DE PAREJA. II

EL EQUILIBRIO AMOROSO es posible cuando cambiamos la exigencia infantil por la tolerancia madura, cuando sabemos valorar aquello que si nos dan.

El otro como modelo ideal, solo existe en nuestra mente. Le adjudicamos un disfraz que se ajuste a nuestros deseos, algo que ocurre en el proceso de enamoramiento; pero para llegar a amarle de verdad, tenemos que acercarnos a como es, y no solo a cómo queremos que sea. Del mismo modo, la persona amada también está habitada por fantasías inconscientes de las que formamos parte y que hacen que nos ame.
            De esta forma, la relación de pareja se construye en el espacio que va de uno al otro, del inconsciente del uno al del otro. Y, como una construcción espiritual, se eleva, invisible en el espacio intermedio situado entre esas dos personas. Espació que estará poblado por los esfuerzos consientes que, día a día, una pareja realiza para alimentar su proyecto amoroso. No se ama igual al principio de una relación que después de diez años. A lo largo de una unión duradera, cada protagonista cambia física y mentalmente, y atraviesa experiencias que lo renuevan y lo modifican.
            Todo tenemos que sortear algunos escollos en la relación de pareja: sentimientos de ambivalencia, dependencia afectiva, carencias emocionales no resueltas… Superados estos primeros obstáculos, para construir un amor duradero conviene tener en cuenta que, aun en las mejores condiciones Psicológicas posibles, siempre hay que hacer frente a ciertos conflictos y saber que una unión amorosa pide a cada uno de sus miembros que persevere su propia parte de soledad y la respete en el otro. Todos tenemos que valorar las virtudes de nuestra pareja, pero sin idealizarla en exceso, pues se trata de reconocer su personalidad y no de querer poseerla.
            El amor lo construimos día a día, necesitamos tiempo y palabras que lo nombren. No le sienta bien la prisa y necesita espacio mental para alimentarlo con recuerdos y actos. El entendimiento sexual también señala la temperatura de nuestro amor, el secreto depende de una armoniosa combinación entre la regularidad de las relaciones y los imprevistos y fantasías que alimentan el deseo.
             En lo personal yo admiro a las parejas, que habiendo amor después de 10 años de pareja pero el sexo bajo, en vez de terminar la relación, llegan a terapia buscando reactivar esa chispa y pasión sexual que hubo en un inicio. La pregunta es: ¿Se puede después de 10 años de pareja volver a tener la regularidad y fantasías sexuales? La respuesta es Sí, sí se puede. Aunque para que se logre este trabajo al igual que todo en una relación de pareja, es asunto de dos. Ya profundizaré en este tema en un artículo más adelante.
            Nuestra capacidad de amar crece cuando reconocemos los afectos que podemos llegar a sentir, cuando hemos elaborado la relación con nuestros padres y no tenemos demasiadas cuentas pendientes con el pasado; cuando nos hacemos realmente cargo de nuestros deseos, cuando nos cerramos con llave el cajón donde habitan nuestros sueños.

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